La chiquitina abuelita de la prote no podía más, ya no se movía, lo hacía arrastrando sus patitas y había dejado de comer. Ayer le intenté dar uno de sus quesitos preferidos, pero no lo cogió, la pude coger en brazos cuando ella era muy huidiza, me miró con sus ojazos, la besé y supe que era el último momento que iba a disfrutar de su compañía.
No pudimos conseguirlo, Timmy nos ha dejado un vacío muy dentro, pero se fue rodeada de nosotros, de los que siempre la quisimos, de los que siempre recordaremos esos andares dificultosos, esos deditos y patitas torcidas y esa dulce, dulce mirada que nos cautivaba.
Timmy no sabes lo que te vamos a echar de menos, siempre tan silenciosa, pero siempre ahí. Se que te conseguiste despedir de Felipe y Gilda, les dijiste igual que a mi que no podías más con tu mirada, espero que no hayas sufrido mucho y que todo el dolor y soledad que padeciste se multiplique por mil en mimos y caricias donde ahora estés. Caricias que no te pudimos dar nosotros porque apenas te dejabas y que te prometo cuando yo me vaya también conseguiré dartelas porque se que te volveré a ver a ti y a todos los que nos han dejado en ese arco iris donde no están los humanos sin sentimientos.
SIEMPRE TE RECORDARÉ AMOR MIO.